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24 de las 26 empresas evaluadas tienen calificaciones reprobatorias

Evidencia reporte malas prácticas de la industria de aceite de palma en América Latina

Por: Karen Janett Carranza Jiménez/LatInformation

Recientemente, la organización Forest Heroes, dio a conocer un informe en el que realizó una evaluación de las prácticas negativas realizadas por la industria de aceite de palma en América Latina. El estudio arrojó que 90% de las empresas que fueron evaluadas (24 de 26) obtuvieron calificaciones reprobatorias en relación a los estándares laborales y ambientales que ponen en práctica cotidianamente.

Asimismo, resalta que desde 2013, existen evidencias públicas que rodean a esta industria, en la que se han dado a conocer los conflictos sociales, abusos laborales y la destrucción ambiental que acarrea.

De acuerdo con declaraciones de la organización Forest Heroes, “La boleta de calificaciones demuestra claramente que el sector de aceite de palma está muy rezagado en torno a regulaciones internacionales. También nos muestra que si las políticas corporativas y las políticas públicas no son rápidamente cambiadas en América Latina, la región se enfrentará a la misma devastación que la industria del aceite de palma provocó en los bosques del Sureste de Asia”.

El negocio del aceite de palma genera más de 65 mil millones de dólares al año y éste se utiliza en productos que van desde el chocolate, los cosméticos y los combustibles

El negocio del aceite de palma genera más de 65 mil millones de dólares al año y éste se utiliza en productos que van desde el chocolate, los cosméticos y los combustibles. Sin embargo, es bien conocido que éste es el responsable de la mayor pérdida de masa forestal y biodiversidad en Asia; esto a consecuencia de la tala inmoderada para el impulso del monocultivo de la palma, lo que a su vez, ha llevado casi a la extinción a varias especies animales, siendo una de las más importantes la del orangután.

La opacidad en el manejo sostenible de los recursos para la producción del aceite de palma es una característica de la industria. De los diez países productores de palma en la región, solamente Costa Rica queda fuera de la clasificación de país “altamente corrupto” en materia de Transparencia Internacional.

En América Latina, una de las regiones que se ha visto más afectada por la deforestación para el cultivo de aceite de palma es el Amazonas, una de las reservas ambientales más importantes para la diversidad biológica y la captura de carbono en el mundo.

En Colombia, la producción de esta materia, ha sustituido los cultivos de coca, y en 2017, las empresas establecidas en el país firmaron un acuerdo de deforestación cero; sin embargo, las prácticas y compromisos para proteger los derechos humanos y laborales todavía necesitan reforzarse para respaldar de manera contundente la buena praxis en la industria. Aunque 13 de 27 empresas cuentan con declaraciones de sustentabilidad, carecen de una estructura sólida y una visión realista de la situación.

Los expertos señalan que las siguientes problemáticas lejos de crear un panorama sostenible para la producción del aceite de palma, propician lo contrario:

La región está plagada de corrupción y violencia contra los defensores ambientales y de derechos humanos, y por la impunidad hacia los responsables de actos violentos, tanto corporativos como individuales.

El mercado es en gran parte de naturaleza nacional o regional, aislándolo mucho de la presión de clientes internacionales, así como de campañas de la sociedad civil internacional.

Las empresas de aceite de palma suelen ser privadas y de propiedad familiar, haciendo extremadamente difícil la recolección de información básica para las comunidades afectadas y/o grupos interesados de la sociedad civil.

Las empresas y sus filiales están a menudo conectadas políticamente con los niveles más altos del gobierno, y suelen disfrutar de impunidad y complicidad por parte de gobiernos nacionales, estatales y locales ante las regulaciones públicas y/o los  abusos ambientales y conflictos sociales.

Tal como sucede con otros asuntos ambientales de gran relevancia, las prácticas para el manejo sostenible de los recursos en las zonas de cultivo de la palma, en este momento de la historia, las circunstancias quedan en manos de la buena voluntad de la industria.

Sin embargo, también se ha hecho notorio que la sociedad civil local, nacional e internacional está haciendo sonar alarmas sobre los abusos en el sector latinoamericano de la palma.

Ha sido mediante campañas que se realizan en Perú, Guatemala, Colombia y Honduras, que se busca despertar conciencia y hacer responsables a las empresas que han estado involucradas en apropiaciones forzosas de tierras, devastación ambiental y violencia, es así que las empresas han comenzado a poner atención a estas problemáticas sociales y ambientales que repercuten en el desarrollo de la economía local sana en muchas comunidades latinoamericanas.